
Orlando ha vivido dos jornadas trágicas. No habían terminado de llorar la muerte de la cantante Christina Grimmie, asesinada mientras firmaba autógrafos a sus fans, cuando un nuevo ataque ha vuelto a golpear a los habitantes de esta ciudad norteamericana. Se trata de la mayor matanza por arma de fuego en Estados Unidos hasta la fecha.

Tan sólo seis kilómetros separan el teatro donde la joven artista ofreció su último concierto del club nocturno Pulse, un local frecuentado por homosexuales, en el que al menos 50 personas perdieron la vida y 53 resultaron heridas en un tiroteoocurrido en el interior de esta sala de fiestas. Muchos de los heridos continúan «en estado crítico», según los servicios de emergencias.
Según el alcalde de la ciudad, Buddy Dyer, de las 50 personas muertas, 39 de ellas perecieron en el local y las otras 11 en el hospital. Hasta el momento, han sido identificados siete de los fallecidos. La discoteca había organizado una ‘Noche latina’, dedicada a ritmos como bachata y reguetón, por lo que es muy probable que un alto porcentaje de las víctimas sean hispanos, una comunidad que representa el 29% de la población de Orlando.
El autor de la matanza ha sido identificado por las autoridades como Omar Mir S. Mateen, un ciudadano residente en el condado de Port St. Lucie (Florida), y de padres afganos. El Estado Islámico reivindicó que se trataba de un combatiente de sus filas.
El agente del FBI Ron Hopper confirmó en rueda de prensa que el autor de los disparos ya había sido investigado en 2013 y 2014 por las autoridades federales del país. Según Hopper, el motivo en 2013 fue la publicación de varios comentarios a favor del grupo terrorista Estado Islámico (EI) en sus redes sociales personales, y en 2014 por aparentemente querer cometer un ataque suicida, aunque las autoridades consideraron la investigación «no concluyente».
Asimismo, según el canal NBC News, Mateen llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencias 911 y declaró su lealtad al Estado Islámico.
El alcalde de Orlando ha habilitado una página web en la que en los próximos días se homenajeará a los fallecidos en el atentado. Edward Sotomayor Jr., Stanley Almodovar III, Luis Omar Ocasio-Capo y Juan Ramon Guerrero son los cuatro primeros nombres que ya han sido incluidos en la página.
Una pistola y un fusil de asalto
El tirador, que murió en el intercambio de disparos con la Policía, llevaba una pistola y un fusil de asalto, según detalló el jefe de policía de Orlando, John Mina. También añadió que el tirador portaba «un dispositivo», aunque no ha precisado las características. Agentes del FBI y de otras unidades están limpiando los alrededores del Pulse en busca de otros dispositivos.
Dada la magnitud de la tragedia, el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, explicó que ha solicitado al gobernador de Florida que declare el estado de emergencia en Orlando. Sin embargo, las autoridades apuntan a un «lobo solitario» y se muestran«convencidos de que no hay ninguna amenaza más», en palabras de un portavoz del FBI.
Los hechos se produjeron alrededor de las 2.00 horas, hora local (06.00 GMT). Un policía que trabajaba como guardia de seguridad en el club sorprendió a un hombre con «dos armas de fuego y una suerte de artefacto». El sospechoso y el agente intercambiaron varios disparos y el agresor se atrincheró con varios rehenes en el local.
«Manténganse alejados»
Fue entonces cuando el club Pulse decidió publicar en su pagina de Facebook mensaje en el que pedía que todo el mundo saliera del local y corriera.
Rosie Feba, una testigo del ataque que logró escapar del club junto a su novia, explicó que el tiroteo comenzó cerca de la hora del cierre. «Ella me dijo que alguien estaba disparando. Todo el mundo se tiró al suelo. Al principio pensé que no era real. Pensaba que era parte de la música hasta que vi su pistola», agregó.
El sheriff del Condado Jerry Demings señaló que el incidente podría clasificarse de «terrorismo doméstico». Sin embargo, el agente del FBI Ron Hopper apuntó que están estudiando «todos los ángulos» y que el agresor estaba «bien preparado y organizado».
El alcalde de la localidad, Buddy Dyer, trató de calmar los ánimos y afirmó que Orlando es una comunidad «fuerte» y que «se ayudarán los unos a los otros para superar» estas tragedias.
«Matar homosexuales es lo más compasivo»
La comunidad gay de esta localidad ya había sido puesta en el punto de mira el pasado mes de abril. Un portavoz de la mezquita de Orlando declaró entonces que «matar homosexuales es lo más compasivo». «La muerte es la sentencia. Lo sabemos. No hay nada de lo que avergonzarse. La muerte es la sentencia», dijo el representante musulmán.
Éste es el segundo ataque en la ciudad en poco más de 24 horas, después de que la cantante Christina Grimmie fuera asesinada el viernes por un hombre que le disparó tras un concierto.
Las armas de fuego fueron usadas en 11.200 asesinatos en 2013 en Estados Unidos,pero hasta ahora no han llevado a la adopción de medidas efectivas para limitar su uso en un país donde el derecho a portar armas está protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución.